Antes de entrar en el mundo del Coaching, era abogada y trabajaba muchas horas al día haciendo algo que no tenía mucho que ver conmigo y que, por lo tanto, me hacía infeliz. Mientras estaba allí, detrás del ordenador, pensaba en lo contenta que era cuando daba clases de idiomas y acompañaba a las personas en sus procesos de aprendizaje. Hasta que un día de 2016, decidí escuchar lo que mi corazón me pedía desde hacía tiempo y cambiar el rumbo de mi carrera para poder trabajar con personas.

 

Cuando me crucé con el mundo del Coaching, vi que allí había algo que coincidía mucho con mi forma de enseñar. No me gustaba limitarme a exponer contenidos, porque creía que cuando las personas descubrían las respuestas por sí mismas, el aprendizaje era mayor y más profundo. 

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Y el Coaching es precisamente eso: una metodología que trabaja a través de conversaciones desafiantes - preguntas, metáforas u otras herramientas - para que el cliente (coachee) encuentre sus propias respuestas. Me enamoré de la idea y empecé a dedicarme al estudio de esta técnica.

 

En esa misma época, me trasladé a Barcelona para emprender una nueva etapa personal y profesional. Elegí hacer un Máster en Coaching y Liderazgo Personal en la Universidad de Barcelona y enfocar mi carrera hacia el desarrollo de las personas y el liderazgo. Continué mi formación participando en mentorías con coaches de reconocido prestigio y otros cursos de especialización en inteligencia emocional, comunicación efectiva y programación neurolingüística.

 

En 2017, también creé "Por una vida mejor" para compartir todo lo que iba produciendo y aprendiendo. Desde entonces, acompaño a clientes a alinear y alcanzar sus objetivos y maximizar su potencial. Actualmente, colaboro con el desarrollo y las relaciones humanas principalmente en el ámbito de la educación y la formación.

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Como coach, creo que mi transformación también debe ser constante, por lo que la formación y la tutoría siguen formando parte de mi trayectoria. Sin embargo, creo principalmente que siempre tenemos algo que aprender y descubrir sobre nosotros mismos y, por ello, como cliente, también paso por procesos de coaching. Una cosa digo: estemos de un lado o del otro, si lo hacemos con gusto, siempre es divertido. Cuando alineamos nuestras acciones con lo que realmente somos y valoramos, todo empieza a funcionar dee una manera más fluida, a moverse y a suceder. Dejamos de estar pensando en el futuro o en lo que nos gustaría que ocurriera de otra manera y empezamos a disfrutar del camino, porque ya está de acuerdo con lo que sentimos :)